lunes, 1 de junio de 2020


DGCyE
EES N°49 – Morón
2°D – Turno Tarde
HISTORIA
Prof. Juan Esteban Zanelli


Continuidad Pedagógica
Mayo 2020 (Plan de Contingencia por COVID-19)

Trabajo Práctico N°12

Teniendo en cuenta que nos encontramos en el año belgraniano y que la semana pasada se celebró la Revolución de Mayo, lee el texto que se encuentra debajo de la actividad, reflexiona y responde:

1)      ¿Cuál fue la participación de Manuel Belgrano dentro de los episodios históricos ocurridos en Buenos Aires desde 1806 en adelante?
2)      Manuel Belgrano tenía una particular visión sobre los hombres y mujeres comunes: ¿Por qué y qué lo hacía tan diferente de los patriotas de esa época?
3)      ¿Belgrano realmente apoyaba nuestra independencia en 1810? Justifique la respuesta.
4)      ¿Hubo mujeres destacadas por Manuel Belgrano en las guerras independentistas? ¿Quiénes fueron y qué rol cumplieron?


Enviar los trabajos a: juan_zanelli@hotmail.com  o unirse a classroom con el código: bgqjK7o



A 200 años de la muerte del General don Manuel Belgrano

AÑO BELGRANIANO

Las  caras invisibles o poco vistas de Belgrano
(Dossier)

            El 3 de junio de 1770, en Buenos Aires, nacía Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, nosotros lo conocemos simplemente como Manuel Belgrano. En ese entonces donde vivimos pertenecía al Virreinato del Alto Perú porque el Virreinato del Río de la Plata no se crearía hasta 1776.
            Esas eran épocas muy diferentes a las que vivimos hoy en día en casi absolutamente todo lo que podamos pensar, desde los roles sociales, las costumbres, la higiene, la madurez de la edad, la manera de estudiar, las formas de gobierno, etc. En el caso de Manuel, nacido dentro de una familia adinerada y acomodada, estudió sin inconvenientes (no todos podían hacerlo ya que la escuela de cualquier nivel era paga y costosa), recibiéndose a los 16 años de edad en el Colegio San Carlos (hoy es el Colegio Nacional de Buenos Aires) de Bachiller en filosofía y, como se acostumbraba en ese entonces y que seguiría haciéndose hasta fines del siglo XIX, realizó un viaje por toda Europa. Pero el joven Manuel Belgrano logró ingresar y estudiar Derecho en las Universidades de Salamanca y de Valladolid, recibiéndose de Abogado (para principios del 1800, él era el único abogado recibido en una universidad europea, los demás lo habían hecho en la Universidad de Chuquisaca, hoy Bolivia o en la de Córdoba).
            Pero el joven Manuel era inquieto y sobresaliente en sus estudios, por lo que ganó una gracia del Papa de la Iglesia Católica de ese entonces, el permiso para leer libros que se encontraban “prohibidos” por esa institución al considerarlos heréticos*. Leyó a diversos autores como Adam Smith y la doctrina mercantilista entre otros tantos que le permitieron realizar un estudio superior y publicar un libro casi desconocido y revolucionario en sus conceptos sobre Política Económica.
            Y sería bueno frenar en este momento para lograr comprender algunas de las cualidades de la mentalidad belgraniana. Si sacamos cuentas, en esos momentos en los que él se encontraba en España, cuando solo tenía 19 años (1789) dos eventos mundiales sacudieron sus pensamientos. Uno había ocurrido algunos años antes con ayuda de Francia, la Revolución de los Estados Unidos de América que introduce por primera vez en más de dos mil años a la Democracia; y el otro que sería presenciado por Manuel en primera persona: La Revolución Francesa. Sí, pocos son los que saben o cuentan que el joven Belgrano pudo presenciar y experimentar por sí mismo esta revolución que marcó un antes y un después en la historia mundial de occidente. Fue testigo, por consiguiente, de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Y como nos pasa a todos, las cosas que vivimos y experimentamos nos marcan de una u otra manera.
            Ya de vuelta en Buenos Aires, Manuel sería puesto a cargo de la Cancillería del nuevo Virreinato (era la institución que se ocupaba de controlar y velar por la producción local y los contratos de comercio exterior). 1806 lo encontró ocupando ese puesto, año en el que Buenos Aires sufrió la primera Invasión Inglesa. Al ser derrotados por la marina anglosajona, todos los “vecinos” y funcionarios de la ciudad debieron jurar lealtad al Rey de Inglaterra Jorge III… Manuel Belgrano fue el único que se negó a hacerlo.
                Buenos Aires fue reconquistada y vuelta a ser atacada en 1807, pero defendida con todos los recursos que las personas podían llegar a tener, incluso con agua hirviendo, dándole fin a las ambiciones inglesas sobre Buenos Aires, pero dejando una marca imborrable en los porteños: Podíamos defendernos y derrotar a una potencia extranjera, pero además, podíamos decidir por nosotros mismos. Así se fundaron diferentes batallones de milicias (muchas personas encontraban una salida ya que se ofrecía  salario  y  ser  militar daba cierto  prestigio),

*Herético: contrario al dogma de la Iglesia y considerados como un camino hacia el pecado

cada batallón eligió democráticamente a sus oficiales a la usanza de la Revolución Francesa y allí Manuel, que había combatido contra los ingleses codo a codo con los demás hombres, mujeres y hasta niños, fue elegido Capitán del Regimiento de Patricios. Pronto demostró tener un carácter y disciplinas ejemplares que le permitirían ser un gran militar aun sin haber hecho una carrera marcial.
            Este hombre que había escrito sobre Política Económica decía que a los obreros se les debía dar descanso y pagarles bien, que un obrero feliz produce más. Que escribió que las mujeres debían tener el mismo derecho que los hombres para trabajar e instruirse. Que había escrito que el problema de Buenos Aires es que se compra por $2 y se vende a $4, sin pensar que podrían vender más cantidad a un precio menor. No estaba al margen de la política del virreinato cuando en 1810 llegó la noticia de que el Rey de España estaba detenido y los pensamientos revolucionarios afloraron, fue uno de los primeros en proponer la destitución del Virrey de ese momento, Baltasar Cisneros.  Pero en este punto debemos tener cuidado pues las cosas se ponen algo diferentes a lo que a veces solemos creer. Si bien Manuel Belgrano participó de la Revolución de Mayo activamente y terminó siendo Vocal del primer gobierno patrio, era en la práctica e ideológicamente Carlotino. Y si alguno se pregunta ¿qué era eso? La respuesta es algo abrumadora. El Rey de Portugal se encontraba en Brasil con su mujer Carlota Joaquina, quien era hermana del Rey Fernando VII, los carlotinos ceían que faltando Fernando y estando Carlota tan cerca, era ella quien debía gobernarnos en representación de la casa Borbón (quienes gobiernan España hasta hoy y cuyos colores son el Celeste y blanco).
            Luego de Mayo de 1810, dos expediciones partieron de Buenos Aires para llamar a los Diputados del interior y para hacer prevalecer la Revolución iniciada. Una pasaría por Córdoba con la misión de fusilar a Santiago de Liniers y continuar hasta el Alto Perú (hoy Bolivia) a cargo de Castelli y otra iría al norte, a Paraguay (era una gobernación dependiente del Río de la Plata) al mando de Manuel Belgrano. Si bien ninguna tuvo el éxito esperado, marcaron el rumbo próximo de una nación joven y el temple de las personas que sabían que deberían luchar por su libertad.
            En este contexto, Belgrano tuvo una participación muy activa, ganando el ascenso militar hasta ser General, además del futuro reconocimiento de líderes como el propio General don José de San Martín. Pero la persona de la que estamos hablando tuvo otros triunfos que desafortunadamente por más de un siglo quedaron olvidados o trastocados. Los ejércitos patriotas y realistas usaban uniformes muy parecidos ya que no se había diseñado un uniforme para los rioplatenses, por lo que Manuel diseña la ESCARAPELA: redonda, grande y visible, con líneas concéntricas celestes y blancas (exacto, con los colores de la casa Borbón ya que al comienzo Belgrano luchaba contra las tropas de José Bonaparte puesto como Rey de España pero sin legitimación). La palabra escarapela viene de “escaramuza” y justamente tiene un sentido militar, por eso los civiles usarían cintas con los mismos colores. Más tarde una bandera con dos líneas verticales una celeste y otra blanca, sería el embrión de la actual bandera nacional. Pero también creó otra bandera, una que no se ve casi en ninguna escuela, en casi ninguna dependencia, solo en la Cámara de Senadores si prestamos mucha atención, es una bandera blanca con un escudo grande en el centro, un escudo parecido al nacional pero con algunos cambios, es la Bandera Nacional de la Libertad de los Derechos Civiles. Fue creada en Jujuy unos años después y por eso también es la bandera de esa provincia. Posteriormente, Manuel cambiaría su parecer y dejaría la causa carlotina para concentrarse en la liberación del yugo español y en la independencia de esta parte del mundo. 
            Y teniendo por eje el conocer estas cosas que por tanto tiempo no se hablaron sobre este personaje, hay que destacar que fue un pionero en su mirada hacia la mujer. En un mundo machista en el que la mujer ni siquiera tenía acceso a la educación formal ni ninguna participación en la vida política o de mando, Belgrano pensaba que las mujeres no solo debían estudiar, sino que debían ejercer el trabajo o profesión que ellas quisieran y tuvieran capacidad, tal como lo podría hacer cualquier hombre. Sorprendió pero no lo contradijo nadie cuando a la altoperuana Juana Azurduy, luego de que los ejércitos realistas mataran a su marido en la guerra de las republiquetas, la nombró Coronela del Ejército del Norte, dándole no solo participación y mando sobre las tropas, sino una jerarquía oficial que le permitiera ejercer el rango en todo momento. Pero no fue a la única mujer que le concedió honores, más allá de tratar con igualdad y respeto a todas las mujeres, negros, aborígenes y pardos que se encontraban con él o participaban de las guerras independentistas (esas eran personas que por lo general se trataban como inferiores e incluso como esclavos).
            Hubo una mujer en particular con un final tan drástico como tuvo el propio Belgrano, que se destacó aun más allá. Una mujer negra que junto a sus hijas se dedicó a combatir, pero sobre todo a curar a los soldados patriotas que caían heridos en combate arriesgando su propia vida, es el caso de María Remedios del Valle. Nombrada y rubricado en acta por el propio Manuel como Capitana del Ejercito del Norte, pero más importante aún, MADRE DE LA PATRIA. Sí, así como lo están leyendo, ella fue la Madre de la Patria, como también hablamos de San Martín como el Padre de la Patria. María del Valle lamentablemente fue olvidada luego y con la muerte de Belgrano en 1820 nadie la volvió a mencionar hasta que Viamonte la encontró a fines de la década de 1820 mendigando monedas en la puerta de una Iglesia en Buenos Aires y costó 2 años de deliberaciones darle reconocimiento del grado militar y una pensión, muriendo solo un par de años después. Como si esto no fuera suficientemente injusto, más adelante en nuestra historia, habiendo hecho las paces con España, se creyó que no estaría bien visto que la Madre de la Patria fuera una mujer negra, por lo que se la olvidó y se cambió por Madre Patria a la propia España.
            Como verán, la figura de este hombre que tanto hizo por nosotros, que supo combatir con las armas, pero también con la palabra, que fue íntegro al decir y también hacer lo que proponía. Quien supo obedecer, pero también supo cuando no hacerlo por el bien mayor; quien muriera en una pobreza absoluta muy enfermo a causa de las guerras independentistas y quien fuera un visionario en asuntos sociales, de la mujer y de género, hoy casi no lo conocemos, casi no hablamos de sus logros, no lo vemos como un hombre sino como una estatua rígida emplazada frente a la Casa Rosada. Manuel Belgrano fue, es y será, una de las figuras más influyentes y destacadas de la Historia del Génesis Argentino.
Bandera_Nacional_de_Nuestra_Libertad_Civil.jpg 

















Bandera de la Libertad de los Derechos Civiles



Prof. Juan Esteban Zanelli

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