miércoles, 18 de marzo de 2020

Prácticas del Lenguaje 2do D Prof: Lucía Fusco

ESTUDIANTES:
Cualquier cosa que necesiten, me pueden escribir al mail luciafusc@gmail.com. Estas actividades también estan en formato papel en la escuela y en Classroom, que pueden entrar con el código q3afvlq. Usen lo que les parezca más cómodo. Después del 31 me entregan todo lo realizado.

Estén atentos y atentas para que no se les acumule tarea.

Repasando primer año: El mito

Un mito es una narración de acontecimientos protagonizada por dioses, héroes,
mortales y seres fantásticos. El relato sucede en un tiempo remoto y, en algunos casos,
en un lugar impreciso. Son tan antiguos que originariamente se transmitieron de manera
oral, de generación en generación, aunque con el paso del tiempo se transformaron en
textos escritos.

Las narraciones míticas tenían un propósito: explicar a través de la intervención de las divinidades todo aquello que los sabios de la época no podían resolver, por ejemplo, el
origen del mundo o los fenómenos climáticos.

Por otra parte, el mito muestra las cualidades valoradas por una comunidad, como el
coraje o la belleza; también la forma en que deben comportarse los miembros de esa
sociedad, por ejemplo, el deber de honrar a los dioses y obedecer a los reyes.

¡Leamos un mito!

ATENCIÓN: hay palabras que tienen un número con estos signos []; cuando termines de
leer el mito, vas a tener su definición o significado.

Ariadna y Teseo
(Versión  de Guillermo Cácharo)

La nave proveniente de Atenas se acerca a la playa de Creta una vez más. Cada año ocurre lo mismo, Egeo, rey de Atenas, debe enviarle a Minos como tributo una nave con siete jóvenes y siete doncellas para ser devorados por el Minotauro [1]. La proa [2] roja del barco que se distingue en el horizonte parece una herida de sangre que brota del negro casco, un anticipo sombrío de lo que va a ocurrir cuando los catorce jóvenes penetren en el Laberinto, para no salir jamás.

Por fin comienza el desembarco. Una vez en la arena, los siete muchachos y las siete doncellas comienzan a caminar lentamente hacia la ciudad, escoltados por la guardia cretense. La hija del rey Minos, Ariadna, observa los cuerpos y los rostros desfallecidos y desanimados de los atenienses. De todos menos de uno.

El primero en pisar tierra, el primero en emprender el camino, delante de la fila acongojada que lo sigue, es diferente de todos los que han llegado antes, distinto de cuantos jóvenes ha conocido Ariadna. En su manera de mirar a los cretenses reunidos allí no hay ningún temor, sino más bien una serenidad desafiante. Su paso es señal de una fuerte convicción. Ariadna mira a ese joven y entiende lo que el joven sabe: no ha venido a Creta a morir.

En ese momento un bramido [3] feroz, siniestramente humano, va ganando el aire hasta cubrirlo por completo. Todos enmudecen; nadie puede evitar estremecerse cuando el Minotauro reclama por sus víctimas, cuando empieza a impacientarse. Minos también lo ha escuchado; el sonido lo enfurece y descarga contra los objetos que tiene a su alcance su ira, que es también su culpa y su oprobio [4]. Al rey le pesa aún más el castigo que Poseidón, dios de los mares, le ha enviado por su ingratitud. El dios había ayudado a Minos a convertirse en el rey de Creta, y este en vez de cumplir con el sacrificio solicitado, quiso engañarlo. Poseidón, enfurecido por la afrenta, decidió vengarse: la
presencia del Minotauro, una criatura cruel y monstruosa, sería el mejor castigo para tan terrible falta.

La guardia encierra a los atenienses, los viste para el sacrificio y los abandona en una fría habitación a la espera del funesto encuentro con el Minotauro. De pronto, se escucha con mayor ferocidad el rugido de la fiera abominable. Los cautivos comienzan a sollozar al oírlo. Se abrazan unos con otros en el interior de la habitación para darse consuelo. Teseo se pasea con firmeza de un lado a otro, tratando de calmar a sus compañeros de Infortunio [5]. Al acercarse a la puerta, descubre unos ojos que lo observan por la abertura que utilizan los guardias para vigilarlos. Pero esos ojos no son de ningún guardia. Son los de una mujer.

-         ¿Quién eres? –pregunta Teseo. Una dulce voz responde desde el otro lado:
-          Mi nombre es Ariadna, soy la hija del rey.
-          No me agrada saberlo –dice Teseo-. Si vienes a burlarte de nuestra desgracia…
-          No se trata de eso –lo corta Ariadna-. Sé cuán terrible es lo que ha hecho mi padre. Lo lamento más de lo que puedes imaginar. Me duele ver tanta muerte para complacer a un monstruo. Querría que todo esto terminara de una vez. Quiero irme de aquí.

Teseo analiza la mirada de Ariadna y ve que sus ojos no mienten. Entonces dice:
-          Si termino con el monstruo, ¿vendrás conmigo?

La muchacha siente que el Destino está de su parte, que Teseo ha venido a salvarla de su
suerte y por eso ella quiere ayudarlo: le entrega una pequeña espada y un ovillo.

-          Esto te ayudará a cumplir tu voluntad. Escóndelo en tu ropa. Si atas el extremo del hilo en la entrada del Laberinto, sabrás cómo salir después de matar al Minotauro.

Los jóvenes se despiden con la promesa y la esperanza de volverse a ver luego del enfrentamiento entre Teseo y la bestia. Momentos después, el eco de un nuevo rugido lejano y ansioso del Minotauro cruza la noche.

La mañana ha llegado. Los atenienses son conducidos hasta las puertas gigantescas del laberinto. Teseo es el primero en atravesar, con decisión, las puertas que han tenido que mover cuatro hombres juntos.

Apenas transpone el umbral, Teseo ata un extremo del hilo en una saliente de la pared y busca entre sus ropas la pequeña espada. Sin soltar el ovillo, desenrollándolo lentamente avanza por el primer pasadizo hacia su derecha. Detrás de él se oyen los gemidos de los otros jóvenes atenienses.

Teseo avanza con cautela. Los corredores son estrechos y se bifurcan [6] constantemente: a poco de andar se da cuenta de que ha perdido la orientación. Alza la vista hacia el cielo. Tan altas son las murallas que resulta casi imposible distinguir desde dónde llega la luz del sol. El laberinto es inmenso. Falta poco para que el ovillo llegue a su fin cuando Teseo presiente que no está solo son sus compañeros. Se da vuelta rápidamente. Desde el final del pasillo en el que se encuentran, una figura espantosa corre hacia ellos.

Echando vapor por la nariz de toro y espuma por la boca, bramando con los ojos como fuego, el Minotauro llega hasta Teseo y se balanza sobre él.

Teseo calcula el movimiento con cuidado, y en el momento preciso, salta hacia el costado, lo necesario para esquivar la embestida [7]. Con furor, descarga toda la potencia de su puño sobre la cabeza de la bestia. El Minotauro tambalea un poco. Frena y se vuelve con rabia. Repite la acometida. Otra vez Teseo consigue saltar de lado y descarga sobre la bestia uno, dos, tres golpes, como si su brazo fuera la poderosa maza de un herrero. El monstruo tropieza. Está apenas atontado, pero de su sien brota ya un hilo de sangre. Teseo aprovecha la situación. Antes de que recupere fuerzas, salta hacia el Minotauro y le hunde la espada en la garganta. El Minotauro cae sobre su espalda. Sus ojos van perdiendo brillo, hasta que por fin los apaga la sombra de la muerte.

Cuando están todos convencidos del triunfo, los atenienses corren a abrazar a Teseo, a besarle las manos. Varios se hincan [8] ante él.

-No perdamos un segundo, amigos –los incita Teseo-. Todavía debemos salir del laberinto y de esta isla aborrecida. Recoge entonces el pequeño resto del ovillo, que ha caído a tierra durante la lucha, y con premura lo va enrollando para deshacer el camino hacia la playa.

-¡No hay tiempo! –grita el héroe-. ¡Debemos zarpar antes de que lleguen las fuerzas de Minos!
Unos instantes después, la negra nave de proa roja vuelve a cortar las aguas rumbo a casa. Ariadna se abraza a Teseo en la cubierta y mira el horizonte, donde una nueva vida la aguarda. Teseo da indicaciones para que la nave se dirija a la isla de Naxos, donde buscarán provisiones y descansarán para luego continuar viaje a Atenas.

Luego del arribo, los hombres encienden fuegos en la playa y recorren las cercanías en procura de agua y víveres para el resto de la travesía. Con las otras mujeres, Ariadna busca algún lugar donde puedan pasar la noche. Tan cansada se siente, que cuando encuentra un sitio de pasto mullido, reparado por unas rocas, se recuesta y se queda profundamente dormida.

Al despertar, Ariadna comprueba que ya es de mañana. Se incorpora y aguza el oído en busca de las voces de sus compañeros de viaje. Nada. Entonces corre hacia la costa, llamando y gritando:
-¡Teseo!

No obtiene respuesta. En los lugares donde los hombres encendieron los fuegos solo quedan cenizas. Hay rastros de movimiento en la arena, pero allí no están las mujeres ni los hombres.  Ariadna gira hacia todos lados para cerciorarse. Y con terror reconoce su situación: ya no está allí la nave. Otra vez busca, hurga [9] el espacio con sus ojos. Finalmente la ve. Lejos, muy lejos, rumbo a Atenas, sin ella.

En la cubierta de su barco, Teseo está sombrío [10], cabizbajo. No ha respondido a las preguntas de sus compañeros. Temerosos de enojarlo, de provocar su ira, ellos han decidido no preguntar más. Nadie sabrá nunca por qué el héroe abandonó a Ariadna en la isla de Naxos. Algunos dicen que no estaba enamorado de ella, sino de otra mujer. Hay quienes suponen, son los menos, que al no poder encontrarla la dio por perdida, y resignado reemprendió el viaje. Otros cuentan que un dios se le apareció y le dio la orden de dejarla allí para hacerla su esposa. Sea como fuere, Teseo hace el resto de la travesía hundido en su tristeza. Que no ha de ser la última.

Durante varios días, el rey Egeo, padre de Teseo, ha escrutado el horizonte desde un acantilado del extremo sur de Ática [11]. Al fin la nave aparece, inconfundible. Tarda horas en hacerse más visible, mientras el corazón del rey late de ansiedad. Cuando está a la vista, el dolor se apodera de su alma.


-¡Son negras! –exclama-. ¡Las velas son negras!

Egeo no sabe que su hijo está vivo, que vuelve victorioso del enfrentamiento con el Minotauro, que en su aflicción [12] ha olvidado cambiar las velas por unas blancas tal como se lo había pedido su padre antes de partir.

El rey, desesperado frente a la supuesta muerte del hijo, se arroja desde la altura de un acantilado y muere en las azules aguas del mar. El mar que, desde ese día, lleva su nombre.

En Mitos en acción 2, Bs. As., La estación, 2009. (Adaptación).

[1] Minotauro: ser mitológico, con cabeza de toro y cuerpo de hombre.
[2] Proa: parte delantera de la embarcación.
[3] Bramido: la voz del toro en este caso.
[4] Oprobio: vergüenza, culpa.
[5] Infortunio: desgracia
[6] Bifurcar: dividirse en dos ramales.
[7] Embestir: ir con ímpetu sobre alguien o algo.
[8] Hincarse: arrodillarse.
[9] Hurgar: revisar.
[10] Sombrío: melancólico.
[11] Ática: región de la península griega donde se encuentra Atenas.
[12] Aflicción: que causa tristeza, inquietud.

Cuestionario guía:

1- Numeren los hechos detallados a continuación teniendo en cuenta el orden en que
ocurrieron:
• Ariadna escapa con Teseo.
• La nave llega a las costas de Atenas, en donde el rey Egeo los aguarda.
• La princesa Ariadna ayuda a Teseo, entregándole un ovillo y un puñal.
• Teseo lucha contra el Minotauro y lo vence.
• La nave llega a Naxos para buscar provisiones y descansar.
• Egeo cree que Teseo está muerto y se arroja al mar.
• Los atenienses arriban a Creta para el sacrificio.
• La nave de Teseo regresa a Atenas, pero sin Ariadna.

2- Respondan las preguntas:
a. ¿Dónde sucede la historia de “Ariadna y Teseo”?
b. ¿Qué elementos le da Ariadna a Teseo? ¿para qué?
c. ¿Qué hace Teseo luego de matar al Minotauro?
d ¿Qué hecho lleva a Egeo a quitarse la vida? ¿Qué elemento lleva su nombre a partir de ese momento?
e ¿Cuáles son las posibles razones por las que Teseo deja a Ariadna en la isla de Naxos?
¿Cuál creen ustedes que fue el motivo?
f. ¿Cuál es el error que provoca la muerte de Egeo?

3. Anoten los nombres de los personajes en este mito y sus características, teniendo en cuenta rasgos físicos y personalidad, entre otros.

4. Transcriban a continuación las diferentes formas que se utilizan para referirse o describir al Minotauro y el laberinto.

Minotauro
Fiera abominable
_____________________________________________
_____________________________________________
_____________________________________________

Laberinto
Corredores estrechos
_____________________________________________
_____________________________________________
_____________________________________________

5. Ariadna se fue de Creta sin despedirse personalmente de su padre. Teniendo en cuenta que ella no quería estar más en ese lugar, escriban la carta que le podría haber dejado a Minos explicándole los motivos de su partida.

6. ¿Por qué Teseo dejó a Ariadna? escriban los pensamientos de Teseo sobre su decisión como un monólogo interior. Por ejemplo:

¡Oh, Ariadna! Sí, tuve que dejarte en la isla sin despedirme. Estabas tan hermosa y por
fin con una expresión de paz y tranquilidad en tu rostro. Si pudiera explicarte los motivos
de mi partida...

¿Cómo vivía el Minotauro?: "La casa de Asterión"

Este cuento está relacionado con el mito de Teseo y Ariadna que leímos antes. ¿Por qué? Bueno, el que nos cuenta la historia, su propia historia, es el minotauro al que mata Teseo para liberar a su pueblo del castigo impuesto por el rey Minos. 
 
Leelo atentamente y realizá las actividades.
 
La casa de Asterión
Jorge Luis Borges (adaptación)
 
Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de rechazo, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son ridículas. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará el lujo de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Así mismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis críticos aceptan que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que no hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me dieron las caras de la gente, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el llanto de un niño y las toscas plegarias del pueblo dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía; unos se subían a las columnas del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, creo, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madre; no puedo confundirme con la gente común, aunque quiera.
 
El hecho es que soy único (...) Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprendiera a leer. A veces lo lamento, porque las noches y los días son largos.
 
Claro que no me faltan distracciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suelo, mareado. Me escondo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos.) Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la habitación anterior o Ahora desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría el salón o Ahora verás un pozo de agua que se llenó de arena o Ya verás cómo el sótano se divide. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.
 
No sólo he imaginado eso juegos, también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce [son infinitos] los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes, la casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, un día salí a la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Una visión de la noche me reveló que también son catorce [son infinitos] los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el complicado sol; abajo, Asterión, yo. Quizá yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo.
 
Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos vio el futuro, en la hora de su muerte, y me dijo que alguna vez llegaría mi redentor, mi salvador. Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi salvador y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?
 
El sol de la mañana se reflejó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un poco de sangre.
 
  -¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.
 
 
 
Actividades:
1- ¿Quién cuenta su historia en este cuento?
2- ¿Qué detalles nos da sobre su vida? ¿Cómo se siente?
3- ¿Dónde vive? ¿Es una casa como cualquier otra? 
4- ¿Por qué le gustaría leer?
5- ¿Cuál es su juego preferido? ¿En qué consiste?
6- ¿Qué cosas dice que están muchas veces? ¿Qué cosas dice que solo hay dos?
7- ¿Qué sucede cada nueve años? ¿Qué vio una de sus víctimas antes de morir?
8- ¿Qué significa el hecho de que Asterión espera a su salvador? ¿Le gusta vivir como vive? ¿O no? ¿Qué opinas vos?
9- ¿Por qué Teseo y Ariadna aparecen al final de la historia? ¿Por qué Teseo dice que el minotauro "apenas se defendió”?

¡Nos cuidamos!
Lee el siguiente artículo

Qué es el coronavirus y cómo prevenir su propagación
Educ.ar y el Ministerio de Educación ponen a disposición de las comunidades educativas información relevante para la prevención y el monitoreo del contagio de COVID-19 en instituciones educativas. Información provista por la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud de la Nación. 

Por: Educ.ar - 12/03/2020

Los coronavirus son una gran familia de virus y algunos de ellos causan infecciones respiratorias en humanos que pueden ir desde un resfriado común hasta enfermedades más graves. El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19, siendo ese su nombre científico.
Los síntomas más comunes de la COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual.
Fiebre y tos Fiebre y dolor de garganta Fiebre y dificultad para respirar
Algunas personas se infectan, pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80 %) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial.
Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardíacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica. Es importante no automedicarse.

Cómo se propaga la COVID-19
Es posible contraer COVID-19 a partir del contacto con una persona infectada por el virus. Esta transmisión se da a través de las pequeñas gotas que estas personas pueden expulsar de la boca o la nariz mediante la tos, estornudos o exhalaciones. Estas gotas también pueden caer sobre diversos objetos, por lo que otras personas pueden contraer el virus al tocarlos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados. 

Cómo prevenir su contagio
Una de las cosas más importantes que podemos hacer para evitar la transmisión del virus es informarnos a través de fuentes oficiales. Tanto el sitio web de la OMS como las autoridades de salud pública pertinentes a nivel nacional y local proveen información actualizada que nos ayudará a protegernos a nosotros y a nuestra 
comunidad. Es clave estar atentos y seguir las indicaciones y sugerencias que nos dan estos organismos.

Indicaciones para reducir la probabilidad de contraer o contagiar la enfermedad: 

1. Lavate las manos a fondo y con frecuencia usando un desinfectante a base de alcohol o 
con agua y jabón. Esto mata los virus que pueda haber en tus manos. 

2. Evitá tocarte los ojos, la nariz y la boca. boca. Las manos tocan muchas superficies y pueden recoger virus. Una vez contaminadas, las manos pueden transferir el virus a los ojos, la nariz o la boca. Desde allí, el virus puede entrar en tu cuerpo y causarte la enfermedad.

3. Cubrite la boca y la nariz con el codo o con un pañuelo de papel al toser o estornudar. El pañuelo usado debe desecharse de inmediato. Esto evita que el virus se propague en las gotas que expulsamos al estornudar o toser.

4. Ventilá los ambientes. 

5. Desinfectá los objetos que usás con frecuencia para evitar la propagación del virus a través de estos objetos. 

6. Si tenés fiebre, tos y dificultad para respirar, buscá atención médica y llamá con antelación.  Seguí las instrucciones de las autoridades sanitarias locales, ellas dispondrán de la información más actualizada sobre la situación en tu zona. 

Actividades
1- A partir de la lectura del artículo “Qué es el coronavirus y cómo prevenir su propagación”, completen los puntos con un breve resumen en cada caso sobre la información brindada acerca del Coronavirus.
NOTA: recordá que una definición responde a la pregunta ¿qué es? Y suele estar encabezada por el verbo ser en su conjugación singular o plural, es decir: es, son. 
 
  • Nombre científico del virus:
 
  • Definición (¿qué es?)

  • Síntomas

  
  • Formas de contagio

  •    Instrucciones para la prevención



 
2- Respondan:
a- ¿A quién está dirigido el artículo? ¿Quiénes crees que lo van a leer?
b- ¿Cuál pensás que es la finalidad de esta publicación en la página Educ.ar? Recordá que Educ.ar es la págína oficial del Ministerio de Educación de nuestro país.
c- ¿Cuál es la función que cumplen el título, el copete (texto que explica brevemente el tema del que se habla y se ubica debajo del título), y las palabras destacadas en negrita en el artículo leído?, ¿qué información aportan?
3- ¿Cómo te sentís vos cuando se habla del Coronavirus? 


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